lunes, 29 de julio de 2019

Reseña de 'El Cuarto Jinete: Ecolalia', de Víctor Blázquez

¿Hola? ¿Hay... hay alguien ahí? ¿Me leen? Ejem, ejem... Bueno, quitemos un poco el polvo que se ha acumulado aquí después de más de 2 AÑAZOS Y MEDIO y démosle un poco de vida a esto, ¿no? Jajaja. Lo habéis pillado, ¿verdad? Dar vida a un blog de zombies que, además, lleva un chorro de meses sin moverse... ¿No? ¿Nada? En fin, da igual.

Spoiler Zombie vuelve a la vida, al menos hoy, para traer una nueva reseña. Y os preguntaréis, "¿qué libro viene a reseñar este tío? ¿tan importante es como para volver a abrir las puertas de esta web que ya huele a viejuno?". Pues sí, es una novela importante porque su escritor tuvo parte de la culpa de que este blog en algún momento asomase su cabecilla como referencia en el mundo Z. Hoy hablamos de Víctor Blázquez y la cuarta parte de "su" criatura: El Cuarto Jinete, Ecolalia.

sábado, 31 de diciembre de 2016

ROTTEN SHAOLIN ZOMBIES

Hay algo en "lo cutre" que lo hace extrañamente atractivo. Algo que te mantiene pendiente y pegado como una lapa al asunto en cuestión, sumido entre una mezcla de admiración y absoluta perplejidad al ser consciente del tiempo que estas perdiendo en semejante tarea. Todas esas cosas, que van desde un corto do it yourself a un buen programaco de "Qué tiempo tan feliz", constituyen un magma que, aun heterogéneo, fluye como un todo y se apodera de tus sentidos y hace más que razonable el término "fascinación por lo cutre" acuñado por Pepe Colubi.

El tiempo empleado en deleitar tus lobulazos cerebrales a ritmo de descarga hormonal y vergüenza ajena es tiempo que no hace mal a nadie. Eres tú y la película/serie/libro/loquesea. Puede que vaya acompañado de cierto ostracismo, sólo sea por preservar tu intachable gusto cinematográfico copado por Kusturicas y John Fords. Pero cuando se hace en grupo, aquello se convierte en una auténtica conjura pseudo-chamánica de individudos pasmados ante los bailes del brujo del poblado que perpetra sus danzas con un garrote de plasticazo de los chinos y un taparrabos de cuando su crío se disfrazó de Tarzán el año pasado en el colegio.

Y ojo, todos contentos. De vez en cuando, algún comentario salta de entre los asistentes para dejar patente que ese o aquel efecto había colmado su vaso de paciencia, para acto seguido volver a caer irremediablemente en las garras de lo abyecto.

Y todo esto, ¿a qué viene? Bien. El sopor característico de las fiestas de navidad  ofrece una ventana a la procrastinación sin parangón. Nochebuena y Nochevieja, guay. Familia, ruidos ensordecedores y cantidades grotescas de comida como actividad principal. Todo está bajo un control muy lábil esos días. Pero, ¿mientras tanto? Me he visto envuelto en una espiral de baja actividad cerebral y remedios contra los rigores invernales entre los que un brasero ocupa un merecido primer lugar. En definitiva, mi cuerpo y mente dormitaban inmunes a toda actividad física más allá del pulgar con el que manejaba las dos aplicaciones de móvil entre las que me movía cada cierto tiempo. Rodeado de la típica bruma atufante que despedía brasero y algún que otro bol de palomitas estratégicamente preparadas para aderezar el ritmazo de tarde que estaba teniendo, me decido a repasar las notas del móvil. Entre recomendaciones de películas, discos, documentales y chorradas varias, me llamó la atención una en particular:


En mi situación, sólo me faltaba pupar y rodearme de una crisálida, así que hice acopio de energía y me dirigí al ordenador para ver qué había detrás de esas tres palabras que auguraban tan estupendo manjar audiovisual.

En buen momento se me ocurrió.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Descanso en la 7ª temporada de 'The Walking Dead': con ganas de mucho más

Bueeeeeno, pues la temporada 7 de 'The Walking Dead' ya ha llegado a la innecesaria pausa invernal y hasta el 12 de febrero de 2017 no sabremos nada más de la serie. Mi idea en octubre era hacer una review del primer episodio, pero después de verlo decidí desechar la idea. Muchas cosas ocurrieron en muy poco tiempo, tanto por digerir y procesar que no me sentía capaz de dar una opinión a la altura y con fundamente.

Aún hoy sigo sin poder ver ese 7x01 sin emocionarme, pero imagino que en algún momento de mi vida observaré cómo Negan convierte en pulpa las cabezas de Abraham y Glenn y me reiré. O no. Joder, vaya episodio para empezar la temporada, ¿no? Vale, el final de la 6ª ya anticipaba muertes, y los que ya habíamos leído esta parte en el cómic sabíamos que Glenn era la primera víctima de Lucille, pero leches... Vaya capitulazo.

jueves, 18 de agosto de 2016

La GaZeta (XIII): Zombie, un trabajo en peligro de extinción

Que el titular no os engañe amigos, nada tiene que ver con Spoiler Zombie. Tras quitar las telarañas a la GaZeta e intentar desenterrar esta sección he venido a contaros una noticia que nos podría entristecer a todos y que poco a poco se está convirtiendo en una realidad.

¿Podría estar cerca el fin de los 'no muertos'? La humanidad está llegando más allá de los límites del Apocalípsis Zombie, su final. ¿Por qué? Pues porque ser un caminante empieza a resultar caro.

El zombie autónomo ya no puede permitirse el pago de la cuota mensual de la seguridad social y cada vez son más las bajas que se producen. Además, en estos últimos años declarar este exceso de mordiscos ante la Agencia Tributaria les ha “pasado factura” y a muchos les empieza a costar un riñón o un ojo de la cara (o algo más) el IVI. Sí, así es: el Impuesto sobre el Valor Infectado. Y también el IMPF, el Impuesto sobre la Muerte de las Personas Físicas, que ha aumentado significativamente en los últimos tiempos.


martes, 24 de noviembre de 2015

Síndrome de Cotard: El cerebro como puente entre la vida y la muerte.

En alguna ocasión os hemos hablado de drogas que inducen un estado de euforia y sensación de invulnerabilidad que han saltado a los medios de comunicación con nombres tan llamativos como "droga zombie" o "droga caníbal" (¿Más zombies? Canibalismo en Maryland...). Pero en ocasiones el ser humano puede experimentar sensaciones similares sin necesidad de consumir ninguna sustancia alucinógena. No digo nada nuevo cuando afirmo que el cerebro puede jugarnos malas pasadas. Que el mundo como lo percibimos sólo es el constructo que nuestra consciencia hace de él. Todo lo que hacemos en el día a día va encaminado a garantizar la supervivencia de nuestro Gran Dictador, desde dormir hasta alimentarnos y, aunque complejísimo, nuestro sistema nervioso es una maquinaria muy frágil que cuenta con muchos defectos: algunos de ellos curiosos y terribles a partes iguales.